La nostalgia de diciembre, ¿la has sentido?

Diciembre tiene una forma muy peculiar de tocarnos el alma, ¿no lo creen? Y es que es un mes que llega con destellos de luces, melodías y apapachos familiares, pero también trae una gran carga emocional que puede ser difícil de ignorar.

 

Así se puede sentir

Para muchos, la nostalgia de diciembre se siente como un cálido abrazo lleno de recuerdos, pero para otros, puede llegar a ser una sensación agridulce, una añoranza por lo que fue y ya no es o una confrontación por lo que falta; esto tiene cimientos profundos, entre nuestras experiencias y el significado cultural de esta época del año.

 

La nostalgia

La nostalgia, en su esencia, es una emoción que nos conecta con sucesos del pasado, activando recuerdos que suelen estar cargados de emociones positivas, aunque estas despiertan dolor o melancolía. Generalmente, en diciembre los estímulos son particularmente poderosos: olores de comidas tradicionales, canciones navideñas y rituales familiares. Todo esto activa áreas del cerebro vinculadas a la memoria emocional, como la amígdala y el hipocampo, llevándonos de vuelta a momentos que parecen inalcanzables, pero que viven en nosotros.

 

Un desafío emocional

En estas fechas, a menudo escucho historias de personas que se sienten atrapadas entre las expectativas sociales de felicidad y el vacío que pueden experimentar internamente. Tal vez este año falta alguien en la mesa, o las metas que no fueron cumplidas pesan más en el balance de fin de año, pero hoy te digo que existen herramientas para manejar estas emociones. La nostalgia no tiene que ser un enemigo y puede convertirse en un puente hacia esa sanación que sabes que necesitas.

 

¿Qué hacer?

Abraza la nostalgia como una oportunidad de reconexión, tanto con tu pasado como con tu presente. ¿Qué recuerdos te traen consuelo? ¿Qué aprendizajes puedes rescatar de esos momentos difíciles?; permítete sentir, reflexionar y, sobre todo, encontrar gratitud en lo que eres hoy, gracias a todo lo que has vivido.

También puedes realizar estas actividades para relajar tu mente:

  • Camina conscientemente en la naturaleza
  • Crea un diario de gratitud
  • Baila libre o en sesiones de movimiento consciente
  • Cocina en comunidad o para regalar

 

Con apapacho que sana,

Carmen.

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